viernes, abril 11, 2008

El estado de la cuestión

Hace ya tiempo que no me paso por aquí, dos meses aproximadamente- que se dice pronto-.

Lo que me llamaba por aquel entonces la atención era "¿quién se dedicará a entrar en mi página?", no encontraba respuesta y, lo cierto es que a fecha de hoy únicamente se ha puesto al descubierto una persona, lo suficientemente importante como para que deje de preguntarme estas nimiedades.

Otra de las preocupaciones que tenía era el cubrir una serie de necesidades inminentes. Pero sobre todo lo que más me acongojaba era el "asnismo" que nos mueve a todos desde las siete u ocho de la mañana hasta que nos acostamos.

Todavía sigo esperando que llegue ese momento, porque todo sigue sucediendo igual, más de lo mismo.

Mis teorías a cerca del imbecilismo y egoismo innato en determinados seres humanos ha quedado claramente demostrado. Ante tales circunstancias he preferido adoptar la posición más cómoda: ver pasar las vidas de los autómatas y sobre todo reirme a su costa.

Con ello no quiero decir que me sienta superior al resto de la especie, sino más bien se trata de una cuestión de enfoque. Como si fuera la reponedora (si es que esa es la palabra adecuada) de la película "Cinema Paraiso", observo desde arriba; como Firmin (un libro que, para aquellos que todavía conservan un toque de sentido del humor, del ridículo y del sarcasmo, no deben dejar perderse), y por más que hago uno y otro y otro estudio antropológico, la conclusión siempre es la misma..

Con todo, parece que vaya a contar algo importante, que sé yo... sucesos, anécdotas personales..., nada más lejos de mi intención.

Solo puedo decir una cosa, me río a carcajada limpia a la par que me cabrea sin ton ni son, puede que sea efecto de la maldita medicación, puede. Pero desde luego esta perspectiva no tiene precio.

Sin más se despide vuestra humilde servidora.



Caracola de mar

miércoles, febrero 20, 2008

Necesidades

Necesito...
Un golpe en la cabeza.

Bocanada de aire fresco.

Un giro sin rumbo.

Un amor ilícito.

Amar.

Sentir el roce en mi piel del amor, saborearlo, tocarlo y agarrarme a él como si el mundo terminara en un suspiro.

Hace tiempo ya que mis extremidades, entumecidas por el "asnismo" del día a día han perdido sensibilidad.

Nada parece tener la suficiente importancia como para deternerme a pensar en ello. Eso es lo que ocupa 18 horas de mi cotidianeidad, nada: la nada. Un vacío inexistente que me grita un silencio ensordecedor, que no me deja transpirar la piel, que me ahoga y que me susurra algo que suena hueco.

Hace ya tiempo que no puedo evitarlo: no te puedo dejar de pensar. Y creo que seguiré haciéndolo hasta el fin de mis días.


lunes, enero 21, 2008

Deseosa de olvidar

Por no sé que extraña circunstancia, ajena a mis pensamientos inmediatos, de un tiempo a esta parte he visto mermar lentamente, hasta la total desaparición, mi inspiración.
Quisiera saber por qué no soy capaz de olvidar unas putas líneas de autopista, por qué no puedo dominar y controlar aquello que me remueve por dentro, por qué soy tan dependiente y un sinfín de porqués sin respuesta.
Quisiera ser yo porque siento que la locura ha parado en esta estanción tan inhospita y tan mía.
De vez en cuando recibo emails de un tal shiny advirtiéndome que alguien visita esta página. En fin, no tengo palabras para ello. No sé si se espera de mí algún tipo de mensaje que dé cuentas de mi existencia, de mí (en general).
He perdido el norte, el sur y si alguna vez los tuve, el este y el oste. Incapaz de escribir dos palabras seguidas que no impliquen misería humana, me niego a dar señales de vida.

jueves, noviembre 29, 2007

Próxima parada: Fondo

Sentada, como desdibujada por una nube de oxígeno, densa. Va a llover.
Alza el brazo y alarga la mano pero no puede. Las burbujas de aire ya no llegan a su sangre y mucho menos a sus huesos, sus músculos, nada. Cae desplomado sobre la pierna pero lo vuelve a intentar sin éxito.
Me llama con voz apagada, ahogada, sin aliento, las palabras quedan enmudecidas y forman un continuum casi perfecto, pues se ve irrumpido por el ruido de las burbujas al chocar contra la pared de plástico de la que está hecha la botella que contiene el agua.
Y sigue probando...
Su voz se va apagando, como una parte de la mía.
Afonía: éste es el principal síntoma de la desesperación y la imposibilidad de aceptar esta perdida. Este vacío que deja en mí. Este hueco inhabitable por nadie más, que no sé si podré soportar cuando llegue el momento.
Caracola de Mar

viernes, noviembre 02, 2007

¡Qué malo es pensar!

¿Cómo se puede llegar a ser ingeniosamente imbécil?


Ésta es mi gran pregunta.

El ser o no ser estúpido no se debe a una nueva moda importada de Estados Unidos, no; se trata de una nueva tendencia que creo - si no estoy equivocada- que me he autoimpuesto.

Mi reto de este mes es serlo menos o, como mínimo, disimularlo.

Una vez superado, esto daría lugar a que algunos me llegaran a ver como interesante. Pero no interesante de... sí, pareces una persona muy interesante, nos vemos. Sino interesante de sí, pareces una persona interesante, te apetece que vayamos a ver los monos del zoo (por ejemplo, se admiten sugerencias).

Pero la realidad es que de momento sólo he logrado ser ingeniosamente imbécil, ahora sólo me falta disimularlo y parecer interesante para poder ir al zoo a ver los monos.

miércoles, octubre 31, 2007

Lágrimas negras (1)

Esta tarde he visto una peli: Lágrimas Negras. No la voy a contar por si todavía queda alguien que no la haya visto, sin embargo sí que diré que me ha dejado un sabor de boca amargo, como cuando te comes un pomelo, que te irrita el paladar y las papilas gustativas.

Lo único que puedo decir es pobre Elena Anaya y que malograda han dejado a Ariadna Gil. ¡Por Dios! ¿En qué estaba pensando el director cuando escogió a Ariadna para este papel? Dicho sea de paso, pero el papel de loca lo borda. Sin embargo lo peor es el peinado, no deja indiferente a nadie. Vamos a ver... el pelo corto para esta chica está muy bien.

A otro que tampoco lo dejan en muy buena posición es a Fele Martínez. En su línea, al pobre no sé porque extraña cirxcunstancia, siempre lo acaban encasillando en el papel de tonto-compulsivo-emocional (léase todo junto, pronto veremos esta entrada en la RAE).

A caso no se han dado cuenta de que los sentimientos son como los yogures, que caducan. ¿Quién sería capaz de dejarlo todo por amor?(2)

¡Menuda estupidez!

Con todo, la peli me ha gustado, aunque el final no fuera el más deseado. Moraleja: la vida es así, llena de luz, llena de color

1. Nota de la editora: Este post puede resultar irritante e incluso desagradable. Se ruega a aquellas personas que sufran de hipersensibilidad literaria se abstengan de leer este post, el periódico, cualquier anuncio publicitario. Asimismo, se recomienda no ver las noticias de la Sexta (muy especialmente), programas como el de las Campos, Buenafuente, u otros de esta índole.

Quedan totalmente prohibidos los programas de la tarde sea cual sea la emisora que lo retransmita.

En caso contrario, de no sufrir ninguna mutación ante cualquier evento, vea cuanto se le antoje.

2. Nota de la autora: para más señas consulten mi CV, más concretamente apartado 2 (experiencia irónica).

martes, octubre 30, 2007

El no día de hoy

A veces me da miedo reconocer lo que quiero porque siento que si las palabras son pronunciadas, son irrefutables. Está dicho, es así. Sin más. Lo has dicho tú Caracola, ya no hay vuelta atrás.
Así que la mayor parte de mi tiempo la dedico al grito enclaustrado. Adopto la posición de "cobarde" y me limito a disimular.

Sin embargo, el otro día hice unas confesiones a una amiga... y ahora creo que me he precipitado, creo que debería haber cerrado esa enorme boquita que tengo.

Hoy es uno de esos días en los que vería los vasos medio vacíos, no a medias. Es uno de esos días en los que la lluvia me encanta, en los que me hubiera pasado la tarde sentada delante de una ventana, tomando café y viendo como los gotarrones chocan contra los cristales, movidos por la ley de gravedad, ver como se agarran a ellos, sin remedio, para al fin unirse con el resto en el suelo.

Me encantaría poder encerrarme nuevamente en mi caracola y dejar que pasen los días pero lo cierto es que ya no puedo.

Mirada cristalina

Mirada cristalina