lunes, enero 29, 2007

Las caracolas nunca pierden

No soporto perder.
No entiendo mis actos ni los de los demás.
Pero... como dice el refrán, no hay peor desprecio que no hacer aprecio, ¿no? En mi línea, ¿de qué me lamento? ¿De lo mío o de lo de los demás?

Tendré que resignarme y admitir que he perdido la batalla, y en este caso la guerra también. Era mi última partida y la he desaprovechado, ¿no?
Dímelo tú, allá donde quiera que estés, si es que sabes que existe este rincón-

Desde el fondo del mar,

Caracola de mar

Recuerdos de la señorita Li

martes, enero 23, 2007

A los niños les cuelgan los mocos y a las niñas también.

Queridas contertulias (doy por hecho que el género masculino no accede aquí),

Pues sí, a los niños les cuelgan los mocos, pero a las niñas también. Después de casi diez años sin trabajar con esos pequeños seres llamados coloquialmente "niños", hoy he reemprendido aquello que dejé abandonado entonces.
Cuando me han dicho: "escoge centro". Yo muy decidida no he dudado ni un segundo en decir "ésta".
-"Verás... es que... son niños de tres años".
A lo que he respondido: - "genial, que bien, me encantan los niños". No sabía donde me estaba metiendo, a la vista está, pero en fin...ya estaba hecho.
Al llegar al centro me he percatado que para hablarles debía bajar la mirada a la altura de mi rodilla, mientras ellos presumían de su avanzada edad, ¡4, 3, 2 años! A lo que yo respondía: "si, si, se ve que eres una persona madura..."
Gritando, poseídos por no sé que espíritu, satánico seguro, no cesaban de dar vueltas por la clase, 50 manos tocando todo lo que tenían alrededor. Y yo... "shhh", sellando mi boca con el dedo. No han parado hasta que han empezado a cantar, una tras otra, y cuando al fin se les acababa el exquisito repertorio, empezaban de nuevo sus saltos y gritos causando un alboroto que hacía años que no veía.
En fin... mañana, les cantaré alguna canción mientras pintamos un conejito, de dos colores, por supuesto, no vayamos a despreciar su madurez... y luego pegaremos unas fotos, recortaremos y quien sabe si incluso jugaremos en el patio.


Ya lo ves Talula, estos niños me han dejado K.O., no sé si podré reponerme de esto.

lunes, enero 22, 2007

El hombre de las montañas

Quisiera, si es posible..., que alguien me descifrara lo siguiente:
Aparezco en lo alto de la montaña debajo de una casa- que supongo que es la mía- que no tiene paredes y el techo es como de latón deformado, por nombrar un material que se le asimile. El resto de casas no son como la mía; las otras tienen cuatro paredes, un techo de tejas rojas, puertas y ventanas.
De repente, en medio de la multitud surge el horror.
Aterrorizados por la inminente aparición del hombre de las montañas, cada uno se va a su casa a cobijarse.
¿El hombre de las montañas? Para empezar...¿Quién diablos se supone que es este hombre?
Sacudida por el pánico me escondo bajo mi techo, y mientras tiemblo de miedo. Desciende a la tierra (del cielo) el hombre de las montañas, gritando, y con su enorme mano coge el techo - al cual me agarro con todas mis fuerzas, junto a M., pero nos eleva hasta el cielo para apartarnos de la montaña, sacudiendo el techo para desprendernos de él y lanzarnos al vacío.
No sé que significa pero... parece que para el hombre las montañas soy persona non grata en sus dominios.

Por si os queda alguna duda, esto es un sueño. Y las montañas verdes empiezan a ser recurrentes en mis sueños, hecho que empieza a preocuparme.

jueves, enero 11, 2007

Besando con el alma

Me elevas al infinito entre las partículas del aire
estáticas, levitando...
sobre el mar abierto,
bajo el cielo inmenso,
girando tus ojos como órbitas en mí.
Almas desnudas que se agitan hasta formar el todo
gozando de tu ausencia
en el silencio de tu cuerpo conmigo,
contigo en mí.

martes, enero 09, 2007

Historias de un "ser vivo"

Un día cualquiera de mediados de agosto, Antoine, vestido para la ocasión, se dispone a salir a correr a las 16'30 con su mp3- con lo que supuestamente combatiría el calor-.
Yo vi como salía: con que entusiasmo. Podía adivinar ya a lo lejos, a su paso como un destello de miradas girasoladas quedaban atrás; su indumentaria no dejó indiferente a nadie, prueba de ello fueron las múltiples reacciones y comentarios, a cual más patético. Pero a Antoine no le importaba, "esto es la felicidad, ¿no?"- se decía a sí mismo.
Serían las 16'45 cuando oí un jadeo -que al principio debo reconocer que lo identifiqué con el de un perro, pero no-. Era él, Antoine, el sufridor del mundo, levanté la vista del libro que estaba leyendo, y no vi, de la cabeza a los pies, una imagen que no dibujara un aspecto decrépito. La situación no podía ser peor.
Después de un minuto, entre jadeos y estiramientos, se detuvo, y con mirada cabizbaja me dijo: "Me siento frustrado, subiendo por un camino romano me he dado cuenta de que el aire me resecaba la garganta, y he tenido que volver."

domingo, enero 07, 2007

Hay cosa que nunca cambian

Como un escalofrío que me subía por la nuca, sabía que había llegado el momento de hablar con Miss T. Ese pensamiento que se había convertido en algo recurrente en los últimos días había llegado el momento de "inmaterializarlo". De repente, Miss T. tocó a la puerta y me dijo: ¿se puede? Es verdad, estaba esperando que yo me decidiera.
Por supuesto, esto es una casualidad de esas que explican las conexiones entre las personas.
La insaciable curiosidad escrita - imperturbable- en sus ojos me hablaba y me decía: "¿y qué más?", para luego entre susurros decirme: "cuéntame más".
Me faltaba un trozo de mí y solo ella me lo podía dar. Ahora lo llevaré para siempre conmigo, sé que me ayudará a encontrar las corrientes internas que me llevarán en este particular viaje por alta mar a ese abismo que tanto me agita.
Y sí, hay cosas que nunca cambian, pocas personas pueden llegar así al fondo de mi ser.
Gracias Miss T.

viernes, enero 05, 2007

Talula said

"No ser nada y no amar nada, es lo mismo".
Ludwig Feuerbach.

Mirada cristalina

Mirada cristalina