jueves, agosto 25, 2011

A traición

Me siento como si estuviera traicionándome, a mí y a mi pareja. Llego aquí desde el exilio, desde el abandono de mí misma al mundo exterior. Llevo más de dos años así, abandonada. Me ha pasado de todo. Me he casado, he tenido un hijo, lo he celebrado. He perdido otro. Y he tenido otro.
Mi hija Olivia es perfecta, nació el mismo día que yo. Así de caprichoso es el destino, porque había muchos días, pero no... escogió precisamente el mismo. Supongo que será por algo. No lo dudo. En casa, con todo nuestro amor la recibimos.
No sabíamos que nombre debíamos ponerle, pero finalmente buscando leí: Olivia, la que trae la paz. Y pensé, es justo lo que necesitamos. Paz, mucha paz. Preciosa.
Si escribo me traiciono. Seguro que doy pie a mi mente a seguir creando y no quiero. No quiero que esto se convierta en un verterdero precipitoso.

Mirada cristalina

Mirada cristalina