No soporto perder.
No entiendo mis actos ni los de los demás.
Pero... como dice el refrán, no hay peor desprecio que no hacer aprecio, ¿no? En mi línea, ¿de qué me lamento? ¿De lo mío o de lo de los demás?
Tendré que resignarme y admitir que he perdido la batalla, y en este caso la guerra también. Era mi última partida y la he desaprovechado, ¿no?
Dímelo tú, allá donde quiera que estés, si es que sabes que existe este rincón-
Desde el fondo del mar,
Caracola de mar
Recuerdos de la señorita Li
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