martes, octubre 30, 2007

El no día de hoy

A veces me da miedo reconocer lo que quiero porque siento que si las palabras son pronunciadas, son irrefutables. Está dicho, es así. Sin más. Lo has dicho tú Caracola, ya no hay vuelta atrás.
Así que la mayor parte de mi tiempo la dedico al grito enclaustrado. Adopto la posición de "cobarde" y me limito a disimular.

Sin embargo, el otro día hice unas confesiones a una amiga... y ahora creo que me he precipitado, creo que debería haber cerrado esa enorme boquita que tengo.

Hoy es uno de esos días en los que vería los vasos medio vacíos, no a medias. Es uno de esos días en los que la lluvia me encanta, en los que me hubiera pasado la tarde sentada delante de una ventana, tomando café y viendo como los gotarrones chocan contra los cristales, movidos por la ley de gravedad, ver como se agarran a ellos, sin remedio, para al fin unirse con el resto en el suelo.

Me encantaría poder encerrarme nuevamente en mi caracola y dejar que pasen los días pero lo cierto es que ya no puedo.

No hay comentarios:

Mirada cristalina

Mirada cristalina