viernes, abril 11, 2008

El estado de la cuestión

Hace ya tiempo que no me paso por aquí, dos meses aproximadamente- que se dice pronto-.

Lo que me llamaba por aquel entonces la atención era "¿quién se dedicará a entrar en mi página?", no encontraba respuesta y, lo cierto es que a fecha de hoy únicamente se ha puesto al descubierto una persona, lo suficientemente importante como para que deje de preguntarme estas nimiedades.

Otra de las preocupaciones que tenía era el cubrir una serie de necesidades inminentes. Pero sobre todo lo que más me acongojaba era el "asnismo" que nos mueve a todos desde las siete u ocho de la mañana hasta que nos acostamos.

Todavía sigo esperando que llegue ese momento, porque todo sigue sucediendo igual, más de lo mismo.

Mis teorías a cerca del imbecilismo y egoismo innato en determinados seres humanos ha quedado claramente demostrado. Ante tales circunstancias he preferido adoptar la posición más cómoda: ver pasar las vidas de los autómatas y sobre todo reirme a su costa.

Con ello no quiero decir que me sienta superior al resto de la especie, sino más bien se trata de una cuestión de enfoque. Como si fuera la reponedora (si es que esa es la palabra adecuada) de la película "Cinema Paraiso", observo desde arriba; como Firmin (un libro que, para aquellos que todavía conservan un toque de sentido del humor, del ridículo y del sarcasmo, no deben dejar perderse), y por más que hago uno y otro y otro estudio antropológico, la conclusión siempre es la misma..

Con todo, parece que vaya a contar algo importante, que sé yo... sucesos, anécdotas personales..., nada más lejos de mi intención.

Solo puedo decir una cosa, me río a carcajada limpia a la par que me cabrea sin ton ni son, puede que sea efecto de la maldita medicación, puede. Pero desde luego esta perspectiva no tiene precio.

Sin más se despide vuestra humilde servidora.



Caracola de mar

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Mirada cristalina

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