viernes, julio 06, 2007

Nuestras vidas son los ríos que van a dar a la mar ¿que es el morir?...

Ciertas discrepancias mantego yo al respecto.
La mar... mi mar, ese mar que tanto anhelo, ese mar que tan adentro siento.
Hacia dentro siento el mar y hacia fuera la muerte.
Más viva que nunca Caracola se reafirma en su intrínseco "yo" y desde las alturas observa las mezquindades y las ruinas humanas.
¿Superioridad? Puede...
"Desde que naciste... te amotinaste y te encerraste en ti, siempre con ese carácter: tan tosco y tan huraño..."
Arrastrada por mi terquedad, busqué el río que me llevó a la mar.
Cogí un navío pequeño, descendí río abajo.
Y crecí. No así mi barca, que ahora se me ha quedado pequeña.
Mientras el mar seguía creciendo en su inmensidad y magnificencia, yo me fui alejando cada vez más, hasta encontrarme en aguas internacionales.
Tierra de nadie, nadie te reclama, nadie te puede subsidiar.
Y en el exilio de mí y del mundo, en mi cosmos, me adoptó la mar.
Como el agujero del desagüe de la bañera, se me llevó hacia dentro, en espiral, y tras ese gran ruido -como cuando sorbes las últimas gotas con una pajita de tu refresco- cayó el tapón y selló cualquier posibilidad de salida.
Te adoro como el encarcelado reclama su libertad.
Salgo y me perdono.
Y cuando por fin piso tierra firme, me encuentro con las ruinas del mundo.
¿Esto es lo que ha creado el dios de aquellos que se hacen llamar personas?
El horror de las ruinas del hombre no me dejan más que una elección: volver.
Un día dije... "yo te cree y por eso te nombro"
Arráncame del mundo creando surcos.
Yo llené tu vacío, por eso te nombro.
Te amaré hasta el fin de mis días.
Presa de mi libertad, te añoro.
No me dejes llenarte más.
Déjame que te diga:
Te odio.
CDM

sábado, junio 16, 2007

Un viaje de fuera hacia dentro: II

Han transcurrido ya seis meses desde el inicio de este viaje por paraderos desconocidos. Apuesto que todavía quedan muchos espacios por descubrir y mucho camino por recorrer.
Si tuviera que evaluarlo, en primer término me costaría, pues son demasiadas las cosas que han tambaleado mi vida. Pero a pesar de todo, considero que el tiempo me ha acompañado y espero que así siga hasta el final.

Deseosa de olvidar, se despide

Caracola de Mar (inmenso)

viernes, junio 15, 2007

Y se me comió la lengua un gato

De aquí a una semana exactamente habré dado mi primer paso en el intento de convertirme en una mujer de provecho, y a esta hora estaré... supongo que en trance, más o menos como ahora.

Precisamente en momentos como estos, de enajenación "mundana", me pregunto... qué habrá de ficción en Madame Bovary o en Don Quijote... porque resulta evidente que la cordura no planea mi equilibrio mental.

Así que, abstraida de las voces y del mundo, sobrevuelo la ciudad ruidosa hasta llegar a la playa de la Marbella. Puedo sentir el aire húmedo jugando con mi pelo, el olor de la arena mezclada con un aliento de aire que recuerda los tan preciados protectores solares.

Me vuelve al recuerdo, y cual voyeur observo al hombre que tamiza con una especie de rallador la arena para extraer la sal y luego meterla en una pequeña botella de plástico, algo marcada por los golpes asestados por su -aparente- nómada propietario.
Mientras que el que encandila a su pueril amada, agarrando entre sus manos sucias y sudorosas un fajo de billetes amarillentos, se bebe, casi de un sorbo, un ron con cola.
Se acerca a la barra una chica y deja el sillín de su bici en suelo. Tan... italiana, de pelo color paja vieja quemada por el sol, de extensa y rizada melena supongo, pues las rastas no dejan ver su naturaleza genética.
El perro de la joven, algo mojado por sus constantes viajes asiduos al agua, me hace llegar su olor tras sacudirse una y otra vez, mientras su propietaria, entre sonrisas musita algo inaudible al oido de su "carrizales".
La música no cesa, y yo, incapaz de bajar a la tierra continúo mis pensamientos encadenados, con un trasfondo de una voz femenina inquiriéndome algo indescifrable para mí...

- ¿Nos vamos a casa? Son las 22'00. Mañana me levantaré temprano....

La chica del sillín se acerca de nuevo a la barra, recoge su sillín y se despide de la camarera amargada. Se va. Y el olor del perro empieza a ser desagradable para mi sensible pituitaria. Entre canción y canción se puede oir, un grito procedente del rallador de arena, mientras las carcajadas de aquel mezquino viejo trepanan mi cerebro.

- ¿Me estás escuchando?

Volveré.

- Vámonos.

sábado, junio 09, 2007

Me odio cuando miento

Para evitar confusiones te diré señorita Li que esto es nuestro, o más bien ha sido...

domingo, junio 03, 2007

Entre la realitat i el malson

Deseos inconfesables... supongo que por su condición y por su contenido no podré expresarlos libremente jamás.
Es preferible apretar los dientes.
Por eso sigo maniatada por mis silencios, mis palabras mudas. De fondo sólo se oye al mar musitar entre habaneras.





Caracola de mar

jueves, mayo 31, 2007

Lo que nunca te dije

Srta. Li,

Te siento muy cerca y te quiero escribir. Te quiero contar a ti, a mí, la magia ignífuga que nos envuelve.



Un abrazo breve pero intenso

Caracola de Mar

martes, mayo 29, 2007

Emma descubriendo a Caracola

"Esa coraza que te envuelve es la que te permite moverte con soltura"

Así es. Emma hoy ha estado muy acertada en todo.
Hoy no he podido guardarme esa maldita frases de Ortega... "Yo soy yo y mis circunstancias"
A lo que ella- con cara de... qué razón tienes- ha respondido: "efectivamente".

Después de nuestra charla, en ese sofá tan... poco confortable, me he sentido igualmente vacía y llena de "nada".
Oda ha desaparecido de mi vida y no parece que a mi ser le importe demasiado.
Lo cierto es que tampoco creo que su ser esté muy perturbado por mi ausencia.

Mirada cristalina

Mirada cristalina