El día 14 de mayo de 2008 se produjo una muerta insospechada para muchos, pero anunciada para otros.
Este mismo día, hace un mes, se despedía aferrada a la vida uno de los seres más queridos en mi vida.
Por un momento, me sentí abandonada y arrasada por un huracán.
Hoy he recibo un mensaje multimedia, que percibo que viene del más allá. Pero ya no me extraña nada.
Todo apunta a que el mundo de los muertos quiere ponerse en contacto conmigo, lo cual no entiendo, porque no creo haber matado a nadie. O es que quizás soy yo la que estoy en el mundo de los muertos y estoy llamando a quien me ha matado?
No lo sé.
Entre la vida y el sueño hay una línea invisible casi imperceptible, que nos hace creer real todo lo que se nos antoja como "vida-realidad", y sueño aquello que resulta poco beneficioso, según se mire... También podría ser interpretado al revés.
En definitiva, considero que la vida es una paradoja, que nos pone a todos en la cuerda floja, a cada paso que damos, en cada exhalación, en cada uno de nuestros movimientos, físicos o viscerales... Así la cuerda empiza siendo tensa y gruesa, y a medida que avanzamos nos percatamos, echamos la vista atrás y vemos el recorrido que hemos hecho. Y a veces sentimos pánico porque no podemos volver atrás, y lloramos... porque no nos vemos capaces de seguir adelante, el pánico incluso puede llegar a apoderarse de nosotros.
La cuestión va más allá... ¿qué hay del poder de la palabra? Las palabras pueden hacerte volver la vista atrás o mirar hacia adelante pensando que la cuerda está lo suficientemente tensa como para seguir adelante, o bien, decides plantarte a mitad camino y quedarte inmóvil.
Pero en cualquier caso...todo depende de las palabras.
No hay comentarios:
Publicar un comentario